ARROZ CON BOGAVANTE
INGREDIENTES: -1 bogavante, (para
2 personas)
-2 tazas de arroz
-4 huesos de rape para el caldo
-6 tazas de caldo de pescado
-1/2 cebolla
-1/3 de pimiento rojo
-1tomate maduro
-1/2 taza de guisantes
-Unas hebras de azafrán
-Colorante
amarillo para paellas
-Aceite de oliva virgen
-Sal
PREPARACION:
Compramos
un bogavante vivo, el bogavante hay que cortarlo mientras aún está vivo, para
aprovechar bien todo el jugo que suelte en el corte. Esto puede ser una
operación traumática para algunas personas, como es mi caso, por lo que si
podemos hacer que nos lo corten en la pescadería y nos recojan los jugos, nos
ahorraremos ese mal trago. Esta vez no tuve esa suerte y tuve que llevarlo vivo
y matarlo yo en casa, ante la negativa de la pescadera de hacerlo ella. Para
casos como este, os recomiendo algún truquito para que el pobre bicho (y
nosotros mismos), sufra menos.
Metemos el bogavante en
el congelador durante una hora, pasado ese tiempo aún no habrá muerto, pero sus
sentidos estarán más entumecidos y apenas se moverá durante el corte, lo que
nos facilita mucho la labor. Ponemos el bogavante en una fuente metálica, (si
puede ser) o una superficie donde podamos recoger el jugo desprendido en el
corte, ponemos un trapo sobre la cabeza
y apoyamos con fuerza la mano encima, con un cuchillo fuerte y afilado, damos
un corte enérgico y rápido para separar l cabeza de la cola, dejamos un rato
hasta que prácticamente se deje de mover del todo, mientras va soltando el
jugo.
Cortamos la cola en
rodajas, siguiendo las marcas del caparazón, o también podemos cortar la cola
longitudinalmente como haremos con la cabeza, damos la vuelta a la cabeza
dejándola boca arriba y con el cuchillo lo vamos abriendo longitudinalmente,
hasta partir la cabeza en dos. Dejamos unos minutos hasta que se suelte todo el
jugo en la fuente.
En una sartén con un
poco de aceite de oliva virgen, vamos dorando los trozos de bogavante, hasta
que adquieran ese color rojo y reservando en una fuente, el jugo lo colamos y
lo reservamos también.
Hacemos el caldo de
pescado, usando 4 huesos de rape, (este pescado es el mejor para hacer caldo
para este tipo de platos, ya que sabe un poco a marisco, pero si no encontramos
huesos de rape, podemos usar las cabezas y espinas de cualquier pescado).
Ponemos en una cazuela
los huesos de rape y la aleta final de la cola del bogavante, añadimos 12 tazas
de agua, sazonamos un poco y dejamos hervir a fuego suave, hasta que el caldo
se haya reducido a la mitad, unos 40 minutos más o menos, colamos y reservamos
este caldo y así habremos obtenido las 6 tazas de fumet de pescado que vamos a
emplear.
Cocemos los guisantes en agua con sal, durante 15 minutos,
colamos y reservamos. Picamos muy fina la cebolla y el pimiento en tacos
pequeños y pochamos ambos a fuego suave en una sartén con el aceite donde hemos
dorado el bogavante y que hemos colado con anterioridad, echamos una pizca de
sal para que la cebolla sude el jugo y no se queme, pochamos hasta que la
cebolla este transparente, (unos 15 minutos). La cebolla debe quedar empapada
toda en el aceite, pero sin que flote en el, si con el aceite de dorar el
bogavante no tuviésemos bastante le añadimos un poco mas de aceite limpio, por
contra si tuviésemos de mas, le quitaríamos un poco.
Pelamos y picamos fino el tomate y cuando el pimiento este
blando y la cebolla tenga un tono transparente, añadimos el tomate a la sartén
y subimos el fuego, dejamos sofreír unos 5 minutos, añadimos el arroz y
salteamos a fuego vivo un par de minutos, el arroz debe absorber toda la grasa
de la paellera al saltear, si vemos que hay grasa de mas, se la quitamos. Una
vez transcurridos los dos minutos del salteado, pasamos todo a la paellera e
incorporamos los guisantes que teníamos reservados.
Ponemos el caldo a
hervir al fuego, añadimos el colorante amarillo y en el fogón de al lado
ponemos la paellera, cuando empiece a crepitar el arroz, añadimos el jugo del
bogavante que teníamos reservado, damos unas vueltas para que se junte con el
arroz y añadimos el agua hirviendo y las hebras de azafrán.
Dejamos hervir a fuego fuerte entre 3 a 5 minutos, bajamos a
fuego medio-bajo, el mínimo fuego que reparta la ebullición por toda la
paellera, rectificamos de sal, si fuese necesario y colocamos los trozos de
bogavante por encima y dejamos hervir otros 15 minutos más, (unos 20 minutos en
total).
Este arroz debe quedar
un poco cremoso o jugoso, pero sin llegar a ser caldoso, por eso echamos un
tomate entero, en vez de medio y 3 vasos de caldo por cada vaso de arroz, en
lugar de el doble de vasos más uno, que se emplean normalmente para las
paellas.
Los últimos minutos,
cuando vaya quedando poco caldo, movemos la paellera, girándola en círculos o
vaivenes en ambas direcciones sobre el fuego, para evitar que el arroz se
agarre al fondo. Cuando el arroz esté listo, lo suficientemente blando,
(todavía se hará un poco más durante el reposo) y el caldo sumido, aunque un
poco jugoso, (20 minutos en total), tapamos la paellera con un trapo húmedo y
papel de aluminio y una tapa, para que haga el efecto horno y el arroz termine
de hacerse, dejaremos reposar entre 5 a 20 minutos, dependiendo la dureza con
la que haya quedado el arroz al apagar. Destapamos y servimos, no nos olvidemos
de unas tenazas para partir la cascara de marisco.
CONSEJOS DEL CHEFF ANTUAN:
Como os dije no todo el mundo vale para
cortar el bogavante vivo, yo desde luego no, a si que procurad que os lo corten
en la pescadería y os reserven el jugo. Por mi parte esta ha sido la primera y
última vez que lo hago yo.
Este es un plato de una exquisitez impresionante,
no conviene añadirle más tipos de marisco u otros elementos, que enmascaren el
sabor del bogavante.
Aunque normalmente no suelo emplear cebolla
en las paellas, ya que esta apelmaza el arroz y contribuye a que quede menos
suelto, al ser un arroz jugoso puede echarse.
Nunca emplearemos ningún arroz vaporizado
tipo brillante, de los que no se pegan ni se pasan, pues tienen el
inconveniente de que recoge mucho menos el sabor y queda más insípido que el
arroz bomba normal, que es el que recomiendo para este plato o cualquier otra
paella, sería una pena que esto ocurriese en un plato de este tipo con sabores
tan deliciosos.
El que si recomiendo es el arroz de
Calasparra, es un arroz rizado, cultivado en montaña, en la zona de Murcia, (España),
es más caro, pero gracias a su superficie rizada recoge mas el sabor del guiso,
no siempre se encuentra en todos los sitios.
El jugo del bogavante se suele cuajar, al
añadirlo al arroz, por eso hay que añadir rápidamente el caldo o echar el jugo
después del caldo.
Todo el proceso de sofrito lo haremos en una
sartén y al final pasaremos todo a una paellera, para evitar que la paella se
cocine sobre los restos de las frituras que pudiesen quedar y esto provocase
que se pegase el arroz
Chef Antuan |
Esto son palabras mayores Antuan.Para los que no tenemos tiempo de ir a la pescadería tenemos el último recurso del congelado.No había caído en esos matices del fresco,del juguillo que sale al cortarle vivo.Por cierto,ese bogavante ha vivido su particular corredor de la muerte desde el vivero hasta tu congelador.
ResponderEliminarUn saludo
Yo te aseguro que prefiero comprarlo y cocinarlo congelado, que tener que volver a pasar por el trago de cortarlo vivo, aunque si es cierto, que lo que le da un sabor tan exquisito a este plato, son los jugos que suelta en el corte, mientras aún está vivo y que añadimos al arroz.
ResponderEliminarLa proxima vez sopesaré la posiblilidad de la inyección letal, aunque tambien debe ser chungo cuando los ponen a hervir vivos, no se que es peor lo del corte o esto.